Ahora que es verano y hace calorsito apetece un bueno trozo de sandía para refrescarse.... pero ¿cómo se que esta en su punto para comer?
Elegir las frutas maduras no siempre es fácil, sobre todo si la cáscara o la piel no cambia de color o no se ablanda, tal y como le ocurre a la sandía, que aún madura sigue teniendo el mismo color verde y su corteza se mantiene firme y dura. Así que conviene conocer sencillos trucos para poder elegir las sandías mas maduras y poder disfrutar del pleno sabor y aroma de ella, ahora que es su temporada.
La sandía es una fruta que crece a finales de primavera y principios de verano, por lo que está en su punto óptimo de sabor durante los meses de verano, e incluso las más tardías maduran durante los primeros días del otoño. Si elegimos la sandía con una sola mancha blanca o verdosa, esto indica que se recogió antes de tiempo y resultará insípida, pues la sandía para sea de buena calidad ha de recolectarse cuando está totalmente madura. Es decir debe de ser una pieza dura y pesada, con alguna zona de la cascara mas claro, casi amarillo.
Nos podemos asegurar que está en perfecto estado si la cáscara de la sandía no tiene cicatrices, magulladuras u otros defectos que hayan podido deteriorar a esta fruta. Una vez cortada, debe de presentar un color rojo brillante, sin estrías blancas.
Además de lo anterior existe un truco que consiste en darle golpes suaves con los dedos o la palma de la mano y sentir que suena a "hueco".
Otro secretito es saber que el frío no le va muy bien, por lo que si se guarda en el frigorífico, se ha de sacar unas horas antes de consumirla para que recupere su sabor y su aroma.