Cuando vamos a comprar nuestros alimentos en general, es importante saber elegir el producto, debemos conocerlos para poder detectar si no están en buen estado y valorar su nivel de frescura. Hoy me apetece hablar de los moluscos y de paso diré algunos truquillos de cómo manipularlos, también en otra ocasión ya les había hablado de el problema de los moluscos demasiados cocidos, les dejo el enlace por si quieren leerlo de nuevo o en su momento de lo perdieron.
Los moluscos (bivalvos) frescos, a menos de que ya se hayan sacado de su concha, deben estar siempre vivos y sanos cuando vamos a comprarlos; de lo contrario, es probable que hayan empezado a estropearse. Un molusco en buen estado tiene su concha intacta y su musculo aductor está activo, sujetando la concha bien apretada, sobre todo si se les da un golpe brusco. Para ver que están vivas se pueden mover un poco con el dedo y debemos observar que mueven la “lengüilla” o que hacen algún movimiento sus valvas, y sobra decir que no deben de oler mal, su olor es igual al mar y nada más.....
Los moluscos se mantienen muy bien en hielo, o cubiertos en un paño húmedo, y no se los debe dejar en un charco de hielo derretido, que no tiene sal. Cuando vamos a la pescadería o supermercado tenemos que ver que estén en estas condiciones, de no ser así lo más seguro es que ese molusco haya sufrido ya un “trauma” y sí no está en mal estado, puede que le falte poco para estarlo. Y ya que habló de traumas, el control de las temperaturas es importantísimo se deben conservar entre 1-3 grados, demasiado frio los mata seguro, y demasiado calor obviamente también.
Es muy importante comprarlos frescos y en su estado optimo, de lo contrario puede resultar fatal su consumo, incluso podemos intoxicarnos, son un alimento muy delicado y debemos tratarlos como tal.
Por ley los moluscos deben de ser vendidos ya depurados, pero cuando los hayan comprado para asegurarse, si queréis los pueden poner en agua con sal, una media hora así se purgan. Esto en caso de moluscos de playa, para los de roca no es necesario.
Otro truquillo para saber si tienen arena es aventarlos a la pica (o alguna superficie) si llevan arena o algo en el momento del impacto se sale está y así podemos decidir si ponerlos en agua o no.
Algunas veces entre todos los moluscos puede haber solo uno que no esté bien, si no nos damos cuenta de esto y los cocinamos este nos echaría a perder el resto de la comida, así que revisarlos siempre detenidamente para evitarlo.
Por último por ley deben de ser vendidos con un papel que indican toda su trazabilidad, este papel se recomienda guardarlo, por si hay algún problema de intoxicación con ellos, se puede saber por quienes a pasado esos moluscos desde que salieron del mar hasta que llegaron a nuestras manos, y así detectar en qué momento pudieron echarse a perder.